La postura electoral de Axel Kicillof, las candidaturas peronistas en las comunas y las aspiraciones de los movimientos sociales marcan la coyuntura política en la provincia de Buenos Aires tras el cierre de las alianzas electorales. El desafío de Daniel Scioli y Victoria Tolosa Paz en la interna del PJ ha desatado la efervescencia política en busca de definiciones.
El límite del 25% establecido para la inclusión minoritaria en las listas de la nueva Unión por la Patria (UP) permite resolver la tensión entre el kirchnerismo y el espacio presidencial de Scioli. El principal objetivo es Buenos Aires, con Cristina Kirchner intentando mantener su supremacía y Scioli dispuesto a disputar poder.
Persiste la incertidumbre sobre quién encabezará la boleta que representa en las PASO la alianza entre Cristina Kirchner, Máximo Kirchner y Sergio Massa. Se especula sobre la posibilidad de una fórmula Massa-“Wado” De Pedro.
Kicillof, actual gobernador, se mantiene enfocado en su reelección, aunque mantiene cierta ambigüedad al respecto: “Soy gobernador y tengo muchísimos planes pero siempre a disposición de un espacio colectivo”. Sin embargo, todavía no ha confirmado la continuidad de Verónica Magario como vice en su fórmula.
Los intendentes hasta ahora se han alineado con la posibilidad de un nuevo mandato de Kicillof, pero queda por verse cómo afectará la confirmación de otra lista oficialista. Mientras, los movimientos sociales presionan para participar, poniendo como condición la creación de “boleta corta” en varios municipios.
Prevalecen numerosos detalles a resolver, mientras las discusiones continúan y la lucha por los votos – más de 12 millones en la provincia – comienza. Los aspectos instrumentales, como la conformación de la Junta Electoral de UP, son igualmente fundamentales en este intrincado escenario.
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