El Papa Francisco reveló que en 2010, durante la presidencia de Cristina Kirchner, un juez que lo investigó por el secuestro y tortura de dos jesuitas durante la dictadura argentina le confesó que “habían recibido indicaciones del Gobierno” para condenarlo. La declaración tuvo lugar cuando Jorge Bergoglio, ahora Papa Francisco, era arzobispo de Buenos Aires y declaró en un juicio por crímenes de lesa humanidad en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).
Posteriormente, ya como Papa, Francisco se encontró en Roma con dos de los jueces involucrados en el caso. Uno de ellos le dijo que el Gobierno argentino había dado indicaciones para condenarlo. Tanto Néstor como Cristina Kirchner hostigaron a Bergoglio por sus denuncias de pobreza y corrupción. No obstante, tras asumir como Papa, Cristina Kirchner se reconcilió con él.
El Papa también lamentó la “leyenda” creada sobre su supuesta participación en el secuestro de los jesuitas Franz Jalics y Orlando Yorio, detenidos y torturados durante la última dictadura cívico-militar. Francisco sostuvo que ambos jesuitas, que trabajaban en un barrio popular de Buenos Aires, no tenían relación con una célula guerrillera que operaba en la zona. El pontífice aseguró que hizo “lo que sentía que tenía que hacer para defenderlos”.
En relación a este tema, el Papa destacó la publicación reciente de dos tomos que contienen documentación desclasificada del Vaticano y la Conferencia Episcopal Argentina sobre la relación entre la Iglesia y los militares durante la dictadura. La investigación histórica busca esclarecer el rol de la Iglesia católica en el contexto de la violencia política y la represión durante ese período.
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