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jueves, 27 julio 2023
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El urbanismo y su impacto en la salud mental: Los desafíos de vivir sin vecinos

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Urbanismo, edificaciones y salud mental

Una relación sorprendente y compleja ha emergido entre el urbanismo, la disposición de los edificios residenciales y la salud mental. Un estudio reciente en Dinamarca, publicado en Science Advances, sugiere que vivir en barrios residenciales de ciudades puede aumentar el riesgo de depresión en comparación con vivir en centros urbanos o áreas rurales.

Factores protectores: Densidad y altura de edificaciones

Analizando la densidad de los edificios, su altura y los diagnósticos de depresión entre 1990 y 2018, el estudio encontró un menor riesgo de depresión en áreas rurales y en las zonas céntricas de las ciudades con espacios abiertos, indicando la importancia de la interacción social.

Interacción social para el bienestar mental

Según Pedro Gullón, epidemiólogo y profesor de salud pública, elementos como encontrar a los vecinos mientras se compran víveres, charlar en bancos de plazas y disfrutar de parques son esenciales para fomentar la interacción social y mejorar la salud mental.

Urbanismo accesible y social

En lugar de desalentar los barrios residenciales y las viviendas unifamiliares, la autora principal del estudio, Karen Chen, sugiere hacer estas áreas más accesibles y propicias para la socialización, mejorando aspectos como la transitabilidad, el acceso a bicicletas y el transporte público.

La socialización como clave

Aunque los barrios residenciales suelen estar en las afueras de las ciudades y no necesariamente implican una peor situación económica, su diseño puede limitar la interacción entre los vecinos y agravar problemas de salud mental. Según los autores, la conexión entre los habitantes, que fomenta la reciprocidad y la confianza, es crucial para el bienestar mental y la prevención de la depresión.

Desafíos del urbanismo denso

A pesar de la importancia de la densidad de edificios para la socialización, si no se combinan con áreas abiertas, puede dar lugar a condiciones ambientales desfavorables, como la reducción de la exposición solar y el aumento de la temperatura interior, factores que pueden incrementar el riesgo de síntomas depresivos.

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