Finalmente, después de once años de su elección como Sumo Pontífice de la Iglesia católica, el Papa Francisco tiene en sus planes visitar Argentina, su tierra natal. Si bien el anuncio oficial no proviene del Vaticano, fue el propio Jorge Bergoglio quien comunicó su intención a sus interlocutores frecuentes en el país. La visita estaría programada para después de la Semana Santa de 2024, incluyendo también a Uruguay y una ciudad del sur de Brasil.
¿Por qué ahora?
El analista Ignacio Zuleta especula que la edad y la salud del Papa, así como la sensación de una “deuda” con su país, son factores determinantes en esta decisión. Bergoglio siempre ha sido consciente de la tensión política en Argentina y de su percepción en ella, habiendo evitado que su presencia pudiera generar divisiones.
Una historia de tensiones
En Argentina, Bergoglio ha sido objeto de debate, siendo criticado por su supuesta cercanía con el peronismo y un trato desigual hacia referentes de la oposición. No obstante, recientemente denunció intentos de la administración de Cristina Kirchner de condenarlo en su periodo como arzobispo de Buenos Aires.
Diferencias con sus predecesores
A diferencia de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que visitaron sus respectivos países natales poco después de su elección, Bergoglio ha tardado más de una década en planificar su visita a Argentina.
Un viaje planificado
Según la prensa local, Francisco eligió 2024 para su visita, dado que el país tendrá un gobierno recién inaugurado tras las elecciones de fin de año. De esta manera, se espera minimizar las posibles divisiones que su presencia podría generar. No se prevén ceremonias en Buenos Aires, sino en lugares como Neuquén, La Matanza, Salta o Tucumán.