El Gobierno argentino anunció la eliminación de subsidios al costo eléctrico, lo que impactará fuertemente en las tarifas de luz y gas en todo el país. Esta medida responde a las exigencias del Fondo Monetario Internacional para reducir los subsidios energéticos. Se estima que más de 4,5 millones de hogares deberán pagar hasta un 125% más por el costo eléctrico en relación a febrero. En Buenos Aires y el conurbano, las viviendas de altos ingresos experimentarán un aumento de alrededor del 75% en sus facturas de electricidad.
Impacto en hogares de altos ingresos
En junio, las tarifas de Edenor y Edesur aumentarán, lo que, sumado a la quita de subsidios, provocará un incremento interanual cercano al 400% en las facturas de Buenos Aires y el conurbano para las viviendas de altos ingresos. Según el economista Alejandro Einstoss, el aumento podría llegar incluso al 500% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Quita de subsidios parcial para sectores medios
Los hogares de clase media seguirán contando con un bloque básico de consumo con alto nivel de subsidios. Sin embargo, si exceden ese límite, se les aplicará un aumento del 700%, con un impacto del 400% en sus facturas. A pesar de ello, especialistas consideran que el bloque subsidiado es “generoso” y solo se cruzaría de categoría si el consumo supera ampliamente lo normal.
Aumentos en tarifas de gas
El Gobierno también comunicó incrementos en las tarifas de gas de un 30% en todo el país, acumulando un aumento del 170% en relación al año pasado. La quita de subsidios a la electricidad tendrá un impacto aún mayor, especialmente en Buenos Aires y el conurbano, donde las viviendas de altos ingresos pagarán un 400% más por la luz que en 2022.
Dificultades políticas y desafíos futuros
La quita de subsidios a los sectores medios podría ser un tema complicado para el próximo Gobierno. Si bien el ministro de Economía, Sergio Massa, cuenta con más libertad para avanzar en el recorte de subsidios, aún enfrenta resistencia dentro del kirchnerismo. La quita de subsidios a los sectores de altos ingresos es vista con buenos ojos por algunos especialistas, pero el impacto en los sectores medios genera preocupación.