Uruguay pide a Argentina información sobre el impacto ambiental de la exploración petrolera en zonas compartidas, tras un prolongado litigio iniciado en 2016 por la industria pesquera uruguaya. En aquel momento, las cámaras de la industria pesquera denunciaron a Ancap, la empresa estatal de energía uruguaya, argumentando que las exploraciones sísmicas realizadas por multinacionales redujeron la pesca en un 40%.
Juan Riva-Zucchelli, presidente de la Cámara de Industrias Pesqueras de Uruguay, sostiene que las prospecciones dañan la pesca. Pablo Gristo, de Ancap, admite que las exploraciones sísmicas generan un ruido que puede impactar significativamente a la fauna marina, pero afirma que existen medidas para minimizar estos efectos.
La perspectiva argentina y el litigio en curso
Según Riva-Zucchelli, durante las prospecciones de 2013 a 2016, los bancos de peces se alejaron debido a las explosiones sísmicas. Aunque no hay pruebas de muertes masivas de peces, la captura se redujo significativamente. Las empresas pesqueras uruguayas llevan siete años litigando, alegando que no se tomaron las precauciones necesarias durante las exploraciones.
Actualmente, hay un renovado interés en la exploración de petróleo y gas en el mar argentino y uruguayo, especialmente en la zona común de pesca del Atlántico. Ambientalistas de ambas naciones están en alerta por los posibles daños a la flora y fauna marinas.
Exploraciones petroleras futuras y preocupaciones medioambientales
Dentro de poco, se iniciará la exploración en el bloque CAN 100, a 300 km de Mar del Plata, a cargo de la noruega Equinor, YPF y Shell. Gristo señala que un resultado positivo en esta área podría abrir nuevas perspectivas para Uruguay.
Por otro lado, la exploración sísmica en el bloque CAN 102, cerca de la costa uruguaya, ha provocado preocupaciones medioambientales. La Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo y el gobierno uruguayo han solicitado a Argentina más información sobre las posibles implicaciones ambientales.
Los grupos ambientalistas uruguayos también expresan preocupación por la falta de conocimiento local sobre estas exploraciones y los posibles daños a la fauna y flora marinas.
La búsqueda de petróleo se considera una práctica del pasado por algunos, pero la realidad es que está en marcha y plantea interrogantes sobre su impacto en el ecosistema marino.